Leonardo propietario de un de un restaurante vegetariano decidió unirse a este estilo de vida alejado de todo alimento proveniente de animales a raíz de sufrir de un intenso acne durante su adolescencia, desde entonces el y sus padres han mantenido un modo vida en busca del equilibrio y la salud ante todo, el menciona que le es importante el respecto hacia el reino animal, por lo tanto no lo consume sin embargo no fue su principal razón de cambio, sino su gran convicción al beneficio que le puede otorgar el abstenerse de ingerir carnes y en la potencia que pueden poseer las frutas y verduras a mejorar el cuerpo y la mente, por eso tiene hábitos como ayunar un día a la semana, tomar bastante jugo de uva Isabela la cual gracias a su cantidad de sustancias antioxidantes mantienen el organismo limpio y libre de toxinas, también a elaborar apetitosos menús a base de verduras, carne vegetal (gluten) y diversas salsas cuyo ingrediente principal es la soja tal y como se lo manifiesta a sus clientes tanto del restaurante como a sus “pacientes” a los cuales les practica lavativas y saunas caseros con aroma terapia; el aconseja este estilo de vida ya que le ofrece al cuerpo y al espíritu innumerables ventajas y una mejor relación con la vida y la naturaleza.
Ana María Gutiérrez vive en una casa en la Calera, es psicologa, casada y tiene una hija de 9 años. Eligió este estilo de vida hace 20 años, cuando decidió dejar de consumir productos provenientes de animales por dos razones principalmente. El primer argumento, es que considera que la alimentación a base de frutas, verduras, granos y legumbres es una forma más sana de alimentarse y de mantener el cuerpo libre de toxinas, en un equilibrio perfecto, y la segunda razón, parte de un radical desacuerdo con la manera en la que los animales son criados y sacrificados para ser convertidos en diferentes productos de consumo.
A pesar de que su esposo no es vegetariano, han decidido criar a su hija de acuerdo a este estilo de vida. Ella nunca ha consumido ningún tipo de producto proveniente de animales, y a pesar de que algunas veces ha mostrado interés por probar ciertos alimentos “prohibidos” como hamburguesas o pollo, ella está completamente enterada del por qué en su familia no se consumen este tipo de comidas.
Es importante resaltar que en su casa se vive “ecológicamente”, es evidente el interés y el respeto por el medio ambiente. “Mi casa de los sueños funcionaría con paneles solares, lo que pasa es que ese sistema todavía es muy caro de instalar” dice Ana.
De momento hemos centrado la atención en aquello que les impulsa a no comer carne. Más sin embargo, cada quien tiene una vida por fuera del estilo de vida que lleva, en ocasiones, el ser padre, dueño de una empresa o negocio y una serie de condiciones que también intervienen en la vida de cada quien son importantes y terminan reflejando la manera como piensa su entorno (ambiental, también discursivo). La idea es entonces, encontrar aspectos de quienes no comen carne, por fuera de los espacios y escenarios sociales de rechazo a la carne. Para lo cual, cabe trascender las respuestas que cada quien emite, es decir, no asumir que su discurso es del todo verdadero.
ResponderEliminarHan llegado a obtener muy buena información, que de seguro les será de uso.