jueves, 10 de marzo de 2011
domingo, 6 de marzo de 2011
jueves, 3 de marzo de 2011
PARKOUR
Sergio practica Parkour desde hace dos años, cuando acompañó a un amigo de la universidad a una de sus reuniones de Parkour, desde entonces es un apasionado por este deporte y dice que le hubiera gustado conocerlo antes “esos que empiezan desde chiquitos después se vuelven unos tesos” entrena los sábados a las 8:30 junto al grupo Les Chats. Es estudiante de economía en la Universidad de Los Andes, lo que algunas veces le impide llegar a tiempo a los entrenamientos.
“Desde que comencé a practicar Parkour veo la ciudad desde otra perspectiva” Sergio afirma que desde que se unió a Les Chats ve en las construcciones de la ciudad la oportunidad de saltar, escalar, tocar, caminar, correr y trepar, ve la ciudad como un parque de juegos, conoce Bogotá a través de sus muros, sus rejas, sus escaleras y sus edificios, está constantemente mirando hacia arriba, hacia su próximo encuentro con un salto espectacular.
El problema, es que Bogotá no está preparada para aceptar este deporte “Maloka tiene unos muros muy bacanos, (entre risas) pero cada vez que vamos piensan que estamos ensayando para ser ladrones y nos echan, eso da mucha piedra”. Hay pocos lugares donde pueden practicar Parkour, por lo general van al centro de la ciudad, o a parques públicos donde pueden entrenar libremente.
A pesar de que muchas personas, especialmente por ignorancia, los relacionan con ladrones o pandilleros, la gran mayoría de los integrantes de Les Chats, son estudiantes, algunos van al colegio y otros a la universidad, están lejos de ser criminales o ladrones.
Son amigos entre ellos, a pesar de que “cada quien tiene su propio parche, nosotros por ejemplo somos cinco, a veces después de entrenar nos vamos a tomar una cerveza o algo… por las noche para la rumba a veces si llamamos a los otros manes”.
Las heridas y caídas son parte de todo el juego, a pesar de que la idea es evitarlas “Todos nos hemos dado durísimo, este man por ejemplo (refiriéndose a Zanto el líder del grupo) una vez se rompió la cara contra un muro, se volvió mierda”. Pero esto no los para, son concientes de los riesgos pero saben que se pueden evitar con mucha concentración al momento de aplicar una técnica.
Lo más interesante del Parkour es que no se trata únicamente de técnica y fuerza física, la mente juega un papel fundamental en la práctica. Sergio dice que desde que se involucró con este deporte ha aprendido a controlar la mente, sus pensamientos y sus miedos. “A mi también me daban mucho miedo las alturas, pero eso es lo bacano, uno aprende a concentrarse tanto que se le olvida el miedo, y en serio que uno aplica eso en la vida yo cambié mucho desde que practico Parkour” .
En este sentido el Parkour no es solo un juego urbano, es un estilo de vida, es una manera de conectar la mente con el cuerpo y superarse a uno mismo. Esto se refleja en la actitud de los parkoureros, en su manera de ser.
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